jueves, 25 de abril de 2013

La Semana Grande de Sevilla

Para muchos, la gran semana de esta, nuestra bellísima ciudad, es la Feria. Cantar, bailar, beber, reír,... En esta magnífica festividad es en la que mejor se reflejan estas acciones. Buenos ratos disfrutando de nuestra música (sevillanas), consumiendo los mejores manjares de nuestra tierra y por supuesto disfrutando de una compañía inigualable con nuestros amigos y familiares.


Pero, como no, ahí estoy yo para poner pegas. Más que pegas, mi humilde opinión. He de reconocer (como sevillano y amante de nuestra tierra y tradiciones) que la Feria es una semana importante en cuanto a economía se refiere, ya que alimenta a cientos de familias debido a la cantidad de trabajadores que esta exige. Por otro lado, también nos proporciona un disfrute incomparable, no hay duda. Pero siempre hay un ''pero''. Ese ''pero'' para mí, se llama Semana Santa, la que es para otros muchos (entre los cuales me incluyo) la Semana Grande de Sevilla. Soy de los que piensa que los chonis y catetos (no como sinónimo de ser de pueblo, si no de ignorancia supina) que les gusta mucho esto de las palmas y el cachondeo no tienen cabida en la otra Semana Grande y sin embargo, cada año se prolifera más. Damas y caballeros, en Semana Santa, palmas NO.

Algunos de ustedes dirán ''¿Cómo te va a gustar más ver un trozo de madera que emborracharte en Feria con los amigos?''. Pues bien, yo veo la primera diferencia sólo con plantearme esa pregunta. El respeto. Sí, damas y caballeros, el respeto. Ese respeto que yo tengo hacia su ''gran semana para emborracharse'' y usted no tiene hacia ''mi semana grande''. Menos mal que no conozco muchas personas de este estilo, y las pocas que conozco, las ignoro (lo que deberían hacer todos). Yo voy más allá de estos estúpidos enfrentamientos entre ambos ''bandos''.


Vengo a defender lo que considero ''mío''. Lo que me gusta de verdad. Algo que sólo podemos definir aquellos/as que nos involucramos de lleno en este grandísimo mundo que es la Semana Santa. Tenemos algo que muchos no tienen en esta semana y que es realmente lo importante. El sentimiento.
Esta semana no sólo contiene un valor artístico incalculable (tanto escultural como musical) sino que también posee un poder que vence a todo: la pasión. Uno escucha una marcha como ''La Madrugá'' o ''Virgen del Valle'' y se le ponen los vellos de punta, no sé vosotros qué sentiréis, pero yo las siento muy adentro. El sólo de ''A ti Manué'' o la elegancia que lleva cualquier palio al sonar ''Margot''. Eso, damas y caballeros, es único. Algo que solo podemos disfrutar en esta, nuestra Gran Semana.

Muchos no lo consiguen entender. Nos preguntan ''¿Cómo os gusta tanto?'', o nos dicen ''Estás todo el año con la Semana Santa, sin parar''. Efectivamente, no nos comprenderéis ni ahora, ni nunca. Esto es un sentimiento, y el que no lo tiene, no le va a llegar por arte de magia. Y yo, me siento afortunado de tenerlo. De ver el cristo o la virgen de mi hermandad, y decir ''Ese es el mío'' o ''Esa es la mía''. Como si fuera un equipo de fútbol. En el momento que ves tu escudo, saltas y te sientes identificado, surgiendo en ese mismo instante un sentimiento y entusiasmo que son difíciles de explicar. Un cariño inigualable.


Lo siento por quién no comprenda lo que estoy escribiendo en esta entrada, pero si no tienes la fortuna que tengo yo y otros muchos, no sabes lo que te pierdes. Para nosotros, ver un candelabro significa mucho más que lo que representa su figura en sí. Para nosotros, ver un esparto significa mucho más que lo que representa su figura en sí. Para nosotros, ver un capirote, unas sandalias, unas manos talladas, lo es todo. Con sólo eso, nos transportamos a un lugar en la mente en el cuál montamos nuestra propia fila de nazarenos, nuestro paso, nuestras figuras. Eso es lo que realmente nos pasa durante todo el año a los cofrades (también denominados ''capillitas''). Sólo nos hace falta la banda sonora, y para ello, ponemos nuestros reproductores de música y escuchamos ''Soleá dame la mano'' mientras imaginamos a un paso de palio entrando a la calle Argote de Molina desde Alemanes. Es un sueño. De los mejores sueños.

La gente no llora cuando llueve porque se ha dado el paseo hasta el lugar de salida de su hermandad para nada. No. Nada de eso. Es la ilusión que se rompe en nuestro interior. Ilusión que proviene de ese sueño continuo que tenemos durante todo un año esperando que llegue nuestra Semana Grande. Adiós a ese duro trabajo de meses previos para que todo esté perfecto para el esperado momento. Adiós a esa cola para sacar la papeleta de sitio. Adiós a ese instante en el que tu paso realiza el traslado a tu Iglesia. Todo eso desaparece y se esfuma con la misma rapidez con la que la propia Semana Santa transcurre para nosotros.
La Semana Santa expira con la rapidez que sale El Silencio. Con una prudencia y una discreción simplemente extraordinarias. Sí señores... expira a una velocidad escalofriante...



Esta Semana posee una pasión incomparable, con un sentimiento inigualable. Eso que sólo podemos disfrutar nosotros. Sí, esos capillitas pesados que sueñan con el Domingo de Ramos 365 días al año. Que sueñan con el paso de cristo de La Amargura y su ''Silencio blanco'' acompañándole de fondo. O esa ''Estrella sublime'' que resume en marcha y en nombre lo que es la hermandad de La Estrella. Y pasamos por las manos soberanas de algún que otro cristo hasta llegar al Señor de Sevilla, que anda directo a su muerte, con paso firme. Sufrimos el mismo desamparo y abandono que sufre una madre al ver a su hijo, la cuál solo espera caridad. Caridad por parte de aquellos que lo han condenado. Y una vez en la cruz, transportada y llevada hasta esa fatídica colina, incluso tras caerse tres veces, pregunta a su padre: ''¿Dios, por qué me has abandonado?''. La respuesta sólo la conoce ese hombre que expiró y murió para reunirse con su padre. Y así se va, poco a poco... alejándose de nosotros en las manos de una señora que pedía piedad. Pero la luz sólo se va 3 días. Al tercer día una estela radiante de luz emerge para despedirse de nosotros y resguardarse en Santa María.


Esto es lo que siento. Esto es lo que me hace sentir la Semana Grande de Sevilla. Única, especial, extraordinaria. Algo más allá del arte. Algo más que el holor (incienso y azahar). Algo más que la música.

La PASIÓN.

miércoles, 24 de abril de 2013

Un delincuente con libertad para delinquir

Esta entrada va dirigida a un tipo llamado Diego Costa, jugador del Atlético de Madrid, el cual está destrozando (bajo mi punto de vista) este precioso deporte llamado fútbol. Utilizaré la palabra ''tipo'' para referirme a este jugador a lo largo de la entrada ya que no merece ser denominado de otra manera.

Empecemos desde el principio. Diego da Silva Costa, nacido en Lagarto (Brasil) comenzó su carrera deportiva en Sporting de Braga (Portugal). Fichado en 2007 por el Atlético de Madrid, jugó cedido en el Celta de Vigo y Albacete Balompié en Segunda División. De nuevo, fue cedido al Real Valladolid en la temporada 2009/10 y fue repescado en la temporada 2010/11, ganando la Supercopa de Europa. En la siguiente temporada sufrió una importante lesión con un parón de 6 meses. Volvió a jugar de nuevo en un nuevo club, el Rayo Vallecano, en el que estuvo cedido hasta final de temporada. Fue entonces cuando volvió al Atlético de Madrid, ganando su segunda Supercopa de Europa.



Ha sido reconocido en todos los clubes a los que ha pertenecido como buen delantero (inclusive yo lo digo) pero algo le mancha. Algo importante. La deportividad y el Fair Play. Puede ser un jugador regular, bueno, muy bueno o como quieran clasificarle, pero sus actuaciones sobre el terreno de juego hablan por encima de su calidad y capacidad goleadora. Este tipo se preocupa más de picar y provocar al rival que de meter goles, lo que debería ser su único cometido. Los que lo defienden proclaman que es su ''estilo de juego y su verdadero cometido'', es decir, provocar tarjetas a los defensas. Pero amigos, se pueden provocar tarjetas sin agredir físicamente o verbalmente, sin realizar actuaciones de este estilo...


Este camorrista, no solo insulta (como se demostró en la vuelta de la Semifinal de la Copa del Rey contra el Sevilla FC llamando ''negro'' y haciendo ruidos de mono a Kondogbia), sino que también finge agresiones del contrario tirándose por los suelos (como aparece en la imagen superior) y agrede con codazos y patadas a todo aquel que le marque. Por la televisión hay cosas que no se ven, y yo he visto en dos ocasiones a este tipejo en el Ramón Sánchez Pizjuán y da realmente asco ver como hace lo que quiere sin ser juzgado. Pero esto no solo ocurre con el Sevilla FC. No señores. Aquí tenéis dos claros ejemplos de lo que digo:


Podemos decir que son cosas del fútbol, hasta los jugadores más limpios han dado plantillazos o patadas a destiempo, pero este tipo se encarga de que uno crea que va a hacer daño. Todo el partido es un continuo martirio para los defensas, que reciben más de lo que dan, y que, como no, salen perdiendo porque a ellos se les juzga y al agresor no. Y así partido tras partido. Mientras tanto el Comité de la LFP con la boca calladita. ¿Por qué? ¿Por qué no se le juzga a un delincuente por su delito? Ya está bien de tomar el pelo al resto de equipos porque este tío vista la camiseta que viste. Esa es la diferencia entre él y Medel o Amaya. Menos mal que éstos dos no son como Costa, porque en el Sevilla nos quedaríamos sin Medel para toda la temporada y en el Betis ocurriría lo mismo con Amaya. Lo digo porque sé perfectamente de lo que hablo. El Sevilla hace unos 5 o 6 años tenía en sus filas a jugadores duros (no lo mismo que antideportivos como es el caso del tipo a quien va dirigida esta entrada) como era el caso de Javi Navarro, Martí, Aitor Ocio, etc. He llegado a ver periódicos y programas futbolísticos que utilizaban la palabra ''asesino'' para referirse a alguno de los jugadores del Sevilla FC. Sí, sí. ''Asesino'' escrito tal cuál y con todo lo que conlleva su significado.
Sepan que a mi me gusta el fútbol desde que nací y he visto un sinfín de partidos, incluso de otras ligas extranjeras. Pues bien, jamás, repito, jamás, he visto algo parecido a lo que Pepe hizo a Casquero ni tampoco la chulería y el juego sucio de Diego Costa. Y en mi humilde opinión, no creo que Pepe se llevara la sanción que merecía y Costa... bueno, Costa seguirá así por lo que veo ya que la LFP lo permite.
Difícil por no decir imposible, es ver la expulsión de Diego Costa en esta ''Liga''. Pero donde sí entienden a este tipo de camorristas es en Europa.


Supongo que los futboleros habréis visto la agresión del jugador del Liverpool, Luis Suárez, pegando un mordisco a Ivanov, del Chelsea. ¿Sabéis cuántos partidos de sanción le han metido a Suárez? Un total de 10 partidos. Allí no se mira que escudo que luce en la camiseta el agresor, ni cómo se llama. Se juzga como es debido, ni más ni menos. Da igual que sea jugador del Liverpool que del Wigan Athletic.
Sí señores/señoras, niuestra ''Liga'' está adulterada de principio a fin por si aún no se habían dado cuenta. No sólo en el aspecto económico de los derechos televisivos, en el que Madrid y Barcelona se llevan los trozos grandes para dejar las migas al resto, sino que también adulterada a la hora de impartir justicia. Y el remate es la prensa, que promueve la injusticia e incluso intentan hacernos ver (a mí desde luego, no) lo que no es.
Para combatir esto deberían de unirse todos los equipos que sientan que esto es una mafia y un fraude. Pero claro, luego se queda solo el Sevilla FC luchando (la última vez también Betis y Espanyol) contra un gigante que no se va a caer a no ser que todos unan fuerzas. El problema es que el resto de equipos se (perdón por la expresión) acojonan y se echan atrás. Vamos, nada más tenemos que ver que el presidente del Getafe es socio del Real Madrid y que sabe que si se opone a lo que La Liga Mafiosa Profesional, la mitad de sus jugadores se van, porque pertenecen en su mayoría al Madrid. Y así, desde luego que no.

Yo pienso que ya está bien de tomar el pelo a los equipos que no tienen lo que Barcelona y capital de España sí tienen. Ya basta de injusticias. Ya basta de castigarnos. Ya basta de robar.

Como no luchen los equipos pobres contra esto, adiós Liga, si es que todavía queda algo. Mientras tanto, seguirá la cosa como está. Seguirá habiendo delincuentes con libertad de delinquir.

Bienvenidos

Esta es mi primera entrada y quisiera daros la bienvenida y las gracias a todos los que os habéis atrevido a entrar en este pequeño espacio dentro de este gran mundo, que es Internet. Ante todo, quiero que sepáis que me encanta el deporte, sobre todo el fútbol (cómo no, para variar) y que muchas de mis entradas estarán relacionadas con el Sevilla FC. A quiénes no les guste el fútbol, que no se vayan. Publicaré entradas sobre buena música y las sensaciones que deja. Sí. He dicho BUENA música. La de hace bastantes años y la de ahora. También tendré momentos denominados por muchas personas como ''moñas'', en los que abriré mi corazón para escribir entradas acerca de esas personas que me alegran los días y que siempre están ahí. Incluso habrá veces en las que escriba sobre la vida en general.
Creo que no me dejo nada atrás, con lo cuál, comienzo esta aventura tras describiros un poco de qué tratará este blog. De nuevo, muchas gracias. Espero que os guste.